domingo, 15 de noviembre de 2009

Aquellas pequeñas cosas

I simply remember my favourite things and then I don't feel so bad.


Hemos oído ya mil veces eso de que la felicidad no se compone de eventos grandiosos, sino de pequeños detalles que hay que valorar y disfrutar. A mí personalmente me pasa que tengo esa máxima muy trillada, pero a la hora de la verdad no suelo ponerla en práctica, y me olvido de fijarme en "aquellas pequeñas cosas".

Así que he decidido dedicarle una entrada a 10 de mis detalles favoritos... Cosas que, bueno, no cambian la vida, pero me arrancan una sonrisa.

  1. Los carritos de mellizos (con mellizos incluidos, claro está)
  2. Las primeras notas de "Lucy in the sky with diamonds"
  3. El olor de la ropa de Cortefiel
  4. El ambiente de los aeropuertos y estaciones
  5. Hacer pasteles y dulces
  6. Merendar en Torreblanca con los niños
  7. El olor de mi chico
  8. Ir a una discoteca y que estén poniendo una canción que me vuelve loca
  9. Hablar con gente de otros países
  10. Zambullirme en el mar
Seguro que hay mil más, pero lo importante es saber reconocer esos pequeños detalles cuando ocurren... un olor, una sonrisa, una sensación que te puede alegrar el día si la dejas entrar en tu vida.

Sirva este post para hacer reflexionar a quien lo lea acerca de sus "pequeñas cosas", aunque sean eso, 10 detalles que le hagan sonreír. Y quien se anime, que los comparta aquí, que a mí me encantará conocerlos (seguro que coincidimos en algo...)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Leer moda sirve para algo, ¡JA!

Ahora empiezo a creerme eso de que un traductor tiene que saber acerca DE TODO.

Hará un par de semanas, en la clase de interpretación, la profesora preguntó que quién o qué era Jimmy Choo y si sabíamos algo acerca de esa marca, además de que Carrie Bradshaw fuese una adicta a ella.

La gente no decía nada, así que yo, un poco perpleja de que salieran estos temas en una clase de interpretación, levanté la mano y hablé brevemente de esto:


Después hicimos un discurso que recogía las declaraciones de los directivos de H&M sobre lo contentos que estaban de trabajar con Jimmy Choo y las declaraciones del equipo de diseño de Jimmy sobre lo contentos que estaban de trabajar con H&M.

Y bueno, a riesgo de parecer superflua, diré que por una vez me alegré de que no habláramos de las elecciones en Afganistán, la lesión de Cristiano Ronaldo, el Alakrana o la Gripe A.

Pero creo que lloverá muuuucho antes de que volvamos a hablar de algo relacionado con el mundo de la moda en clases de interpretación... Más que nada, porque hay que volver a darle la vuelta al inmenso abanico de temas que tratamos para volver a llegar a la moda.

POR CIERTO: Mañana es el gran día y 200 centros seleccionados de H&M pondrán a la venta los accesorios y prendas de Jimmy Choo. No he encontrado en ningún sitio si alguno de los de Sevilla (el de Tetúan, supongo, en todo caso) es uno de los elegidos... Los que veáis esto como una exageración: es como si Ferrari hace un convenio con el concesionario del barrio y vende una línea limitada de sus coches por una cuarta parte del precio habitual. Sí, sigue siendo caro, pero es un Ferrari. Pues lo mismo con Jimmy Choo.

Cómo no será la cosa, que han puesto una normativa que no permite al cliente comprar más de una prenda del mismo modelo. Supongo que si no, la gente arramplaría.

Ya nos llegarán opiniones de cómo ha ido la cosa, porque lo que viene siendo esta que está aquí, dudo mucho que se gaste 90€ en unos zapatos que me voy a poner poco tirando a nada, por mucho que me encanten... Pero bueno, ánimo las que sí estén por la labor de pelearse y hacer colas de horas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

:(


Los traductores e intérpretes son personas que han renunciado a sus propias voces. (Javier Marías).
Entiendo a qué se refiere, pero no me gusta verlo así.

Siempre nos han dicho que nuestro producto, oral o escrito, será bueno en la medida en que los traductores/intérpretes seamos invisibles. Es decir, que el lector ni siquiera se pregunte si el texto que está leyendo fue escrito antes en otra lengua o, en el caso de la interpretación, que el público llegue a identificar tu voz con la del orador. Cursiva

No es que me guste la idea de ser invisible, pero creo que es preferible a las connotaciones tan chungas que suscita en mi mente eso de "renunciar a nuestras voces". ¿No?