Era sábado. Con mi lápiz y mi papel, me disponía a apuntar a todos los niños que tiraran a la basura toda su ídem. Es una nueva iniciativa para que a la hora de la merienda aprendan poco a poco a ser un poco más limpios: sábado a sábado se va apuntando a aquellos que recojan todo. Si recogen más basura de la suya propia, dibujo una estrellita junto a su nombre. Al final del curso, un premio para los más limpios: ¿algún juguete?, ¿una excursión especial? Ya se verá.
El caso, que estábamos 3 ó 4 monitores cuando llegó David, del que ya he hablado alguna vez, y tiró toda la porquería a la bolsa de la basura.
- ¡Muy bien, David! Hoy eres el primero, vas a inaugurar la lista.
"Niños limpios", escribí en la hoja.
- Ahí que pone, David, ¿no? - preguntó él.
- No, todavía no he puesto tu nombre. Solo he puesto el nombre de la lista. A ver, ¿qué pone?
Se lo acerco para que lo lea, aun sabiendo que difícilmente podría reconocer lo que pone. Por si acaso, entre algunos monitores lo intentamos.
- Venga, David, la ene con la i... ni.
Tras muchos intentos, acabamos diciéndole que la primera palabra es "niños".
- ¿Y luego qué pone? - vuelve a preguntar.
Apelando ya más a la lógica, visto que a la capacidad lectora es imposible apelar, le intento hacer reflexionar.
- A ver, piensa. Si tú acabas de tirar la basura y yo te voy a apuntar en una lista, ¿de qué será la lista?
- Mmmm...
- Es una lista de niños que tiran la basura en su sitio. ¿De qué es la lista? ¿De niños qué?
- ¡Pijos!
El caso, que estábamos 3 ó 4 monitores cuando llegó David, del que ya he hablado alguna vez, y tiró toda la porquería a la bolsa de la basura.
- ¡Muy bien, David! Hoy eres el primero, vas a inaugurar la lista.
"Niños limpios", escribí en la hoja.
- Ahí que pone, David, ¿no? - preguntó él.
- No, todavía no he puesto tu nombre. Solo he puesto el nombre de la lista. A ver, ¿qué pone?
Se lo acerco para que lo lea, aun sabiendo que difícilmente podría reconocer lo que pone. Por si acaso, entre algunos monitores lo intentamos.
- Venga, David, la ene con la i... ni.
Tras muchos intentos, acabamos diciéndole que la primera palabra es "niños".
- ¿Y luego qué pone? - vuelve a preguntar.
Apelando ya más a la lógica, visto que a la capacidad lectora es imposible apelar, le intento hacer reflexionar.
- A ver, piensa. Si tú acabas de tirar la basura y yo te voy a apuntar en una lista, ¿de qué será la lista?
- Mmmm...
- Es una lista de niños que tiran la basura en su sitio. ¿De qué es la lista? ¿De niños qué?
- ¡Pijos!
1 comentario:
Sí señor, ahí está David. Qué grande, qué ganas de verles y qué alegría ver que algunas cosas, las mejores, no cambian. Porque no sabrá leer, pero dentro de su lógica es listo como nadie.
Si se acuerdan de mí los enanos, dales besos de mi parte ;)
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