martes, 9 de marzo de 2010

Todos vamos de azul klein



En la película "El diablo viste de Prada" hay una escena que da mucho que pensar. Andrea, una chica normalita y sin especial interés hacia la moda, trabaja como asistente personal de la exigente editora de una revista de moda de éxito. Este "ogro" está claramente inspirado en el personaje de Anna Wintour, directora de Vogue, amada por el mundo, temida por sus empleados.

Pues bien, en la escena de la que quiero hablar, la secretaria, cansada de las excentricidades de su jefa, ridiculiza el hecho de que esta vea diferencias entre dos cinturones casi idénticos, y critica la "esclavitud" que parece imponer la moda a todos aquellos que deciden seguirla.

Entonces, la directora de la revista le explica el proceso que se produce desde que una tendencia se crea en la mente de un diseñador, hasta que llega a la pasarela, para después ser clonada por las marcas accesibles, y finalmente la gente que cree que no se interesa en la moda acaba inexorablemente llevando tal color, o tal corte, o tal tejido, y lo mejor de todo es que deciden que le gusta, pero no, no es porque "se lleve".
La jefa-ogra-inspirada-en-Ann-Wintour ejemplifica esto en la falda de la chica, que es de color azul klein (o eléctrico, que es más castizo, pero parte de la gracia es que la muchacha no tiene ni idea de que el color de su falda recibe ese nombre en las altas esferas fashionistas), y apareció en las pasarelas hace X temporadas.

BUENO, FIN DE LA SINOPSIS. (Qué mala soy resumiendo...)

Mi reflexión es la siguiente: es muy fácil criticar las cosas sin darnos cuenta hasta qué punto somos partícipes de aquello que criticamos. Cuando uno se encuentra ante este problema, tiene dos opciones: hacer lo que te venden (literal y figuradamente) o llegar a la raíz del problema e intentar ser consecuente.

Pero nos venden azul klein, y lo compramos, y luego criticamos la moda.

No sé. Es muy fácil subirse al carro de criticar al ayuntamiento, a la junta y al gobierno. Al carro de criticar que suba el paro y que no haya inversión en I+D+I. Al carro de "¿pero en qué se gasta el dinero este gobierno?". Pero luego me voy de Erasmus y con la beca me voy de copas.

(Lo siento, pero me da dolor nada más de pensar el DINERAL que se invierte en este tipo de becas y lo desaprovechado que está en muchas, muchas ocasiones).

Lo de la erasmus es solo un ejemplo.

Este post no va de moda, no va de malgastar el dinero. Va de ser coherente con un modelo de vida.

Porque ya que todos vamos de azul klein, al menos vale la pena preguntarse por qué.



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